Contrato alquiler: Qué deben saber propietarios e inquilinos

que debes saber a la hora de alquilar

Si algo surge cuando alguien se plantea alquilar una vivienda son las dudas, tanto desde el punto de vista del que se enfrenta por primera vez a ser inquilino, como del de aquel que por fin se ha decidido a poner su piso o su local en arrendamiento. Dudas con respecto a si será una buena casa o con el tiempo tendrá muchos problemas, si los inquilinos pagarán religiosamente sus cuotas o no, si se mantendrá el piso en buen estado, o si el casero/a se preocupará lo suficiente por el bienestar de sus instalaciones y de sus inquilinos en consecuencia, suelen ser algunas de las más habituales.

Teniendo en cuenta algunos consejos básicos fundamentales, como el establecimiento de la renta mensual, si ésta podrá o no incrementarse con los años, el tiempo mínimo que deberán pasar los inquilinos en el lugar alquilado, o quién deberá encargarse de las reparaciones en caso de necesitarse, son algunos de los términos que deberían concretarse de forma obligatoria al iniciarse el contrato de arrendamiento para evitar futuros problemas. Cabe señalar que aspectos que no se hayan estipulado en el contrato inicial, pueden añadirse como nuevas cláusulas con el tiempo, pero esa es otra cuestión no aplicable tampoco a cualquier cosa, ya que existen puntos del contrato de un alquiler que no se pueden renegociar por cuestiones legales.

En cuanto a los gastos, lo habitual es que el casero se haga responsable de aquellos que a priori le afectan más como responsable y dueño legal de la vivienda, como es el pago del IBI o los gastos asociados a la comunidad de vecinos. Del mismo modo, lo habitual es que el inquilino se haga responsable de sus gastos directos, que son el consumo de agua, luz y gas, por lo que suele hacerse un cambio de titularidad en los contadores previo a la entrega final de llaves por parte del propietario.

La fianza es otro de los aspectos esenciales a la hora de formalizar un contrato, ya que a través de ella el inquilino se compromete a cumplir con cada punto del contrato, y el dueño se garantiza una especie de compensación económica en caso de que le devolviesen su propiedad en mal estado.

 

El aumento del alquiler en España

El alquiler, que no es uno de los sistemas más populares en cuanto al acceso de vivienda en España se refiere, lo cierto es que ha tenido un auge en los últimos años bastante importante, debido a los precios de la vivienda y a las mayores dificultades para acogerse a préstamos e hipotecas que produjo el pinchazo de la burbuja inmobiliaria. Pero este hecho, sin duda, también se ha debido a un cambio en la mentalidad, que ya no es tan propensa a considerar que una propiedad es lo obligatorio o lo más ideal para una persona, sobre todo por la cantidad de años que suelen tener las hipotecas actuales, entre otras cosas, por un acceso mucho más tardío que antes al mercado laboral.

Y la realidad es que no existe ningún problema por alquilar en lugar de comprar, ya que de hecho el alquiler es el elegido por muchos habitantes procedentes de países de Europa Occidental como es el caso de Alemania, donde el alquiler constituye casi el 50% del acceso a la vivienda. Lo único importante, llegado el momento, es conocer los derechos y deberes que atañen de forma concreta a los contrayentes de un contrato de este tipo y que desarrollaremos a continuación.

alquiler de vivienda

 

Aspectos que debe tener en cuenta un arrendador

Aquellas personas que deseen poner su propiedad en alquiler deben saber que es absolutamente obligatorio declarar dicha propiedad a la Agencia Tributaria, una obligación que no siempre se ha llevado a cabo, siendo el alquiler uno de los mayores temas relacionados con la economía sumergida en nuestro país. Con respecto al precio de renta, éste podría variar con el paso del tiempo, y siempre en la fecha de aniversario de la firma del contrato, pero lo habitual es que esto quede fijado ya en dicho contrato si el dueño se reserva su derecho a subir la renta cada cierto tiempo o no.

Pero quizá, para un propietario, lo más importante de todo sea el poder estar seguro de que el inquilino realizará los pagos a tiempo en la fecha establecida. La incertidumbre económica y la crisis de la última década, ha creado verdaderos problemas de impago para muchos propietarios, por lo que ha proliferado el servicio de las inmobiliarias para esta cuestión, en lugar del tú a tú entre arrendatario y arrendador, creándose un mayor sistema de garantías tanto para el dueño del inmueble como para el inquilino del mismo. Es importante tener claro que el impago total de un inmueble conduce al desahucio, pero la realidad es que dicho proceso puede llegar a alargarse hasta casi un año.

Aspectos que debe tener en cuenta un arrendatario

Los derechos de un inquilino deben asegurarse en la misma medida que los del propietario y, en este sentido, por ejemplo, es muy importante que en el contrato se garantice al menos un año de estancia mínima en el cual el dueño no pueda pretender, (por las razones que sean) recuperar el piso, con el contratiempo que esto podría suponer para el arrendatario.

Cierto es que, pasado ese tiempo mínimo legal reflejado en el contrato, el casero tendría la opción de poder querer recuperar su piso, lo cual debería comunicar en un plazo no inferior a dos meses, al igual que debe hacer el inquilino cuando sepa que desea abandonar ya el inmueble.

Pero si existe una cláusula importante para el inquilino, que a menudo suele incumplirse, es el derecho que tiene a recuperar su fianza en el momento exacto de la fecha de finalización del contrato, ya que aunque esto suele alargarse en el tiempo por parte de los propietarios (alegándose el derecho de hasta 30 días de plazo para su devolución), lo cierto es que no existe ninguna ley que avale dicho retraso.