El incremento del uso del automóvil producido en las últimas décadas ha supuesto importantes consecuencias ambientales (contaminación atmosférica, ruido, cambio climático), funcionales (congestión circulatoria, pérdida de competitividad urbana), y sociales (secuelas de los accidentes, discriminación de acceso a los no motorizados).
El aumento de la movilidad debe ser compatible con el desarrollo sostenible, ya que sólo así contribuirá a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. De ahí que tanto desde la Unión Europea como desde las diferentes administraciones estatales, regionales y locales, así como por iniciativas ciudadanas, se estén poniendo en marcha propuestas orientadas a conseguir un mayor equilibrio en el uso de los diferentes modos de transporte.
Apostar por la movilidad sostenible es dar prioridad a modos de transporte más respetuosos con el medio ambiente, el entorno y la salud.
Se denomina servicio de movilidad sostenible a aquella prestación ofrecida por una organización para trasladar personas y/o mercancías con criterios de protección de la naturaleza y eficiencia energética. Uno de estos servicios es la utilización del coche compartido, que consiste en compartir un coche privado a la hora de realizar el mismo itinerario, lo que favorece el ahorro energético y económico.
Proyecto Pro.Motion
El proyecto Pro.Motion es un ejemplo de estudio de las barreras con las que se encuentran los ciudadanos para mejorar estas opciones de movilidad (conexiones con las localidades colindantes, mejora de la oferta de transporte público…), en este proyecto de mobilidad Europeo se trabaja con los organismos competentes con el fin de que estas mejoras se puedan llevar a cabo.